El RESPETO y la TOLERANCIA son dos valores imprescindibles para que la convivencia armoniosa sea posible. Por supuesto, existen distintos niveles o tipos de convivencia: la convivencia con la familia en el seno de un hogar es muy diferente a la convivencia con otros seres humanos en el marco de una comunidad, ya que la intimidad de ambos casos es incomparable. Existen muchos ámbitos en los que las personas deben convivir (trabajos, escuelas, espacios públicos, barrios, edificios, grupos de amigos, familias), por lo que es importante que se establezcan adecuadas normas y códigos de comportamiento, que hacen a la buena convivencia.
La CONVIVENCIA: es la base o el fundamento de toda la sociedad y base en la cooperación, la participación y la solidaridad.
Se trata de un concepto vinculado a la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio.
LA CONVIVENCIA PACIFICA
tiene que ver con el modo que nos relacionamos con las demás personas, estos lazos sociales son los que nos permitirán como nación ir creciendo día con día. Para que se de la convivencia es necesario que las personas se respeten y estimen, que no por ser de otra religión o posición económica crean que son superiores a los demás. La cultura da paso a que todas las personas tengan conocimiento de que somos parte de la raza humana y eso nos debe de dar igualdad para todos.
VALORES PARA LA CONVIVENCIA
Para desarrollar una convivencia pacífica, es necesario respetar las
concepciones morales y los valores de todas las personas. Esto
valores, sin menospreciarlas por ser diferentes.
Sin embargo, existen valores fundamentales que conforman un
marco de convivencia pacífica y justa entre los seres humanos. Estos
son:
• La tolerancia. Implica un respeto activo a los valores e ideas que
no compartimos. Consiste en el interés por comprender a los otros y ayudarlos a llevar a cabo sus planes de vida.
• La equidad. Es la situación que permite que todos los individuos de
una sociedad tengan las mismas oportunidades de desarrollo.
• El diálogo. Es el mejor mecanismo para resolver problemas de
convivencia. Solo puede ser considerado un valor si se respetan las
reglas de equidad y respeto mutuo.
• La solidaridad. Es una conducta ética enfocada en el apoyo a los
posibles. Además, permite explotar al máximo los propios talentos en
en todas las situaciones.
CONCLUSIÓN:
Para respetar la convivencia pacífica y democrática hay una obligación moral y subjetiva que es la que nos cabe como integrantes del género humano y que está basada en que todos los seres humanos deben tener un trato igualitario sin importar las diferencias de origen. Hay otra obligación de otros órdenes que es el respeto a la ley, que no es ni más ni menos el respeto de los derechos individuales de las personas Porque justamente la ley es el sostén de la libertad de todos y cada uno y no de uno sólo en detrimento de otro.
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